Latte & Farina: la trattoria que me hizo cantar “O sole mio” en plena Plaza Redonda

Por esas casualidades deliciosas de la vida (y de Google Maps), terminé una tarde de verano en Latte & Farina, un rinconcito italiano escondido en plena Plaza Redonda de Valencia. Y digo “escondido” no porque no se vea, sino porque parece que alguien se trajo un pedacito de la Toscana y lo metió discretamente entre tiendas de abanicos y azulejos. Como buen periodista y viajero curioso que soy —ese que se ilusiona con encontrar el “siguiente gran descubrimiento” donde menos lo espera—, me senté con hambre de pasta… y me fui con el corazón contento y la camisa con una mancha de tomate (sí, la buena señal).

Desde fuera ya te atrapa: la terraza coqueta, las luces suaves, el aroma a masa fermentando felizmente. Dentro, la decoración rústica, con madera, vino expuesto por todas partes y ese acento italiano real que te dice: esto no es postureo, amico. Aquí no hay pizza congelada ni carbonara con nata. Aquí hay respeto. Y mucho sabor.

Pedí la pizza Emilia Romagna, porque me dijeron que era la favorita de los locales. Qué acierto. Masa crujiente en los bordes, suave en el centro, y una combinación de embutidos y quesos que me hizo cerrar los ojos y por un momento jurar que estaba en Bolonia. Luego llegó la estrella: la tagliatella al tartufo, preparada frente a mí dentro de una enorme rueda de parmesano. Si nunca lo has vivido, te lo digo yo: es hipnótico, como una ópera de queso y mantequilla bailando con la trufa.

De postre, un baba al ron. Me lo sirvieron con tanto cariño que dudé si estaba en una pasticceria napolitana o en casa de la nonna. Lo acompañé con un espresso (¡como debe ser!) mientras el camarero me explicaba con una sonrisa que los vinos los eligen ellos mismos, y tienen más de cien en carta. “Siéntete en Italia sin volar”, me dijo. Y tenía razón.

¿El veredicto? Latte & Farina no es solo un restaurante: es un viaje corto pero intenso, como esos romances de verano que te dejan buen sabor de boca. Perfecto para una cena íntima, para celebrar algo bonito… o simplemente para comer bien sin complicarte la vida.

📍 Plaça Redona, 1, 46001 Valencia
💡 No te vayas sin probar la pasta en la rueda de queso. Y si puedes, reserva mesa: los que lo conocen… siempre repiten.

¿Siguiente parada? Ya veremos. Pero este trocito de Italia en Valencia se queda en mi lista de imprescindibles

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